¿Quieres más energía y mejor salud?  Descubre el poder de tus ritmos circadianos

La clave está en la ciencia, el cambio en ti


Imagina que despiertas sintiéndote agotado, sin importar cuánto hayas dormido. O que tu digestión se vea afectada cuando comes tarde en la noche. ¿Alguna vez te has preguntado por qué tu cuerpo funciona mejor en ciertos momentos del día? ¿Por qué sientes más energía por la mañana o más hambre a determinadas horas o cuando te enfermas muchos síntomas son más notorios en la noche? Todo esto está relacionado con los ritmos circadianos. Pero, ¿Qué son exactamente los ritmos circadianos y cómo podemos optimizarlos para mejorar nuestra calidad de vida?

¿Qué son los ritmos circadianos?

Los ritmos circadianos son ciclos naturales de aproximadamente 24 horas  (1) que regulan diversas funciones de nuestro cuerpo, incluyendo el sueño, la liberación de hormonas, la temperatura corporal, la respuesta inmune  entre otros (2). Estos ritmos están influenciados principalmente por señales ambientales y genéticas (3) , particularmente los ciclos de luz y  oscuridad, siendo controlados por un “reloj biológico interno” ubicado en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo (4).

Causas de la alteración de los ritmos circadianos

Varios factores del estilo de vida moderno pueden interrumpir los ritmos circadianos naturales:

  • Exposición a luces artificiales/azules: El uso excesivo de dispositivos electrónicos que emiten luz azul puede alterar el ciclo sueño-vigilia (5,6) La exposición a luces azules por la noche reduce los niveles de melatonina, hormona que no solo permite dormirnos, si no que también tiene función antioxidante. (7, 8)
  • Horarios de sueño irregulares: Acostarse y levantarse a diferentes horas altera el ritmo circadiano .(9,10,11) Lo ideal es dormir y despertar a una hora semejante todos los días. Un ejemplo de esta alteración es cuando vas de fiesta y al día o días siguientes estás más cansado o con sueño irregular. 
  • Trabajo por turnos: Trabajar en horarios nocturnos desajusta el ritmo circadiano ( 12) . No por nada le dicen el turno de la muerte. (13)
  • Jet lag: Viajar a través de distintas zonas horarias perturba temporalmente el ritmo circadiano/reloj biológico (9)
  • Alimentación en horarios inadecuados: Comer a horas irregulares o tarde en la noche puede alterar los ritmos circadianos o favorecer subidas de peso (13 esto se debe a que nuestro sistema digestiva lleva a cabo distintas funciones según la hora del día y no está hecho para digerir en la noche o la madrugada (14,15,16, 20,21)
  • Ejercicio intenso en la noche: SI bien el ejercicio es bueno, entrenar a intensidades muy altas puede generar desajuste circadianos (17)
  • Estrés crónico: Los niveles elevados de cortisol pueden desincronizar el ritmo circadiano .Niveles elevados de cortisol en la noche se vinculan con insomnio. (18,19)

Consecuencias de la alteración de los ritmos circadianos

La disrupción/alteración de los ritmos circadianos puede tener múltiples efectos negativos en la salud:

  • Alteraciones del sueño y menor rendimiento mental y alteraciones del estado de ánimo: Insomnio, somnolencia diurna y calidad de sueño deficiente, estrés ansiedad, depresión  (6,9,22,24)
  • Enfermedades crónicas no transmisibles: Mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 ,síndrome metabólico cáncer , cardiovasculares, : Aumento de la presión arterial y riesgo de eventos cardíacos (23,24,25,26,27)
  • Alteraciones hormonales: Desequilibrios en  varias hormonas del cuerpo (melatonina, cortisol insulina leptina). (30)
  • Debilitamiento del sistema inmune: Mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades (28,29)
  • Enfermedades neurodegenerativas: sss (31,32,33)
  • Enfermedades digestivas: SIBO, disbiosis, distensión abdominal, reflujo, dificultades para ir  al baño, cáncer de colon (14)

.Medidas de acción para mejorar los ritmos circadianos

Existen estrategias que pueden ayudar a restablecer y mantener ritmos circadianos saludables:

  • Establecer horarios regulares de sueño: Acostarse y levantarse a la misma hora (aproximada) todos los días, costumbrará a tu cuerpo a un funcionamiento fijo y puedes llegar incluso a despertarte sin alarma (sería genial)
  • Exposición a la luz natural: Pasa tiempo al aire libre durante el día para reforzar tu conexión con el ciclo natural de luz (5,39)
  • Limitar la luz artificial/azul por la noche: Evitar pantallas y luces brillantes antes de dormir (5)
  • Crear un ambiente propicio para el sueño: Una pieza oscura, silenciosa y con  temperatura adecuada en tu habitación (5,38)
  • Realiza actividad física al amanecer o en la tarde con sol: Hacer ejercicio ayuda a en especial en la mañana ayuda regular tus ritmos circadianos (34)
  • Alimentación equilibrada y en horarios regulares: Evitar comidas pesadas o cafeína en la noche o cerca de la hora de dormir (13,14,16)
  • Manejo del estrés: Practicar técnicas de relajación como meditación o yoga (35)
  • Evitar café o estimulantes desde las 12-14 hrs: Esto tiene sus matices, pero a grandes rasgos te sugiera evitar fuentes de cafeína desde esta hora  (36)
  • Suplementación: No suele ser necesaria la suplementación, pero dependiendo de tu situación la cafeína y melatonina pueden serte útiles (7,37)

Sugerencias finales

Es importante abordar los ritmos circadianos de forma amplia. Antes de recurrir a medicamentos o suplementos, enfócate en revisar tus hábitos diarios y entorno físico y sicológico, dado que el ambiente es el que al final determinará cómo tu ritmo circadiano responderá. Nunca me cansaré de insistir, pequeños y progresivos cambios en tu rutina pueden tener un impacto significativo en tu bienestar general muchos más que intervenciones drásticas.


Referencias

  1. (S. f.). Psu.edu. Recuperado 17 de febrero de 2025, de https://pure.psu.edu/en/publications/the-human-circadian-timing-system-and-sleep-wake-regulation
  2. Panda S. Circadian physiology of metabolism. Science. 2016;354(6315):1008-1015. 
  3. Partch, C. L., Green, C. B., & Takahashi, J. S. (2014). Molecular architecture of the mammalian circadian clock. Trends in Cell Biology, 24(2), 90-99. https://doi.org/10.1016/j.tcb.2013.07.002 
  4. Takahashi, J. S., Hong, H.-K., Ko, C. H., & McDearmon, E. L. (2008). The genetics of mammalian circadian order and disorder: implications for physiology and disease. Nature Reviews. Genetics, 9(10), 764-775. https://doi.org/10.1038/nrg2430 
  5. Wright, K. P., Jr, McHill, A. W., Birks, B. R., Griffin, B. R., Rusterholz, T., & Chinoy, E. D. (2013). Entrainment of the human circadian clock to the natural light-dark cycle. Current Biology: CB, 23(16), 1554-1558. https://doi.org/10.1016/j.cub.2013.06.039 
  6. Fisk, A. S., Tam, S. K. E., Brown, L. A., Vyazovskiy, V. V., Bannerman, D. M., & Peirson, S. N. (2018). Light and cognition: Roles for circadian rhythms, sleep, and arousal. Frontiers in Neurology, 9, 56. https://doi.org/10.3389/fneur.2018.00056 
  7. Brainard, G. C., Hanifin, J. P., Greeson, J. M., Byrne, B., Glickman, G., Gerner, E., & Rollag, M. D. (2001). Action spectrum for melatonin regulation in humans: evidence for a novel circadian photoreceptor. The Journal of Neuroscience: The Official Journal of the Society for Neuroscience, 21(16), 6405-6412. https://doi.org/10.1523/jneurosci.21-16-06405.2001 
  8. Pandi-Perumal, S. R., Trakht, I., Srinivasan, V., Spence, D. W., Maestroni, G. J. M., Zisapel, N., & Cardinali, D. P. (2008). Physiological effects of melatonin: role of melatonin receptors and signal transduction pathways. Progress in Neurobiology, 85(3), 335-353. https://doi.org/10.1016/j.pneurobio.2008.04.001 
  9. Wright, K. P., Lowry, C. A., & Lebourgeois, M. K. (2012). Circadian and wakefulness-sleep modulation of cognition in humans. Frontiers in Molecular Neuroscience, 5, 50. https://doi.org/10.3389/fnmol.2012.00050 
  10. Monk, T. H., & Welsh, D. K. (2003). The role of chronobiology in sleep disorders medicine. Sleep Medicine Reviews, 7(6), 455-473. https://doi.org/10.1016/s1087-0792(03)90001-3 
  11. Smith, P. C., & Mong, J. A. (2019). Neuroendocrine control of sleep. Current Topics in Behavioral Neurosciences, 43, 353-378. https://doi.org/10.1007/7854_2019_107 
  12. Kecklund, G., & Axelsson, J. (2016). Health consequences of shift work and insufficient sleep. BMJ (Clinical Research Ed.), 355, i5210. https://doi.org/10.1136/bmj.i5210 
  13. Garaulet, M., & Gómez-Abellán, P. (2014). Timing of food intake and obesity: a novel association. Physiology & Behavior, 134, 44-50. https://doi.org/10.1016/j.physbeh.2014.01.001 
  14. Voigt, R. M., Forsyth, C. B., & Keshavarzian, A. (2019). Circadian rhythms: a regulator of gastrointestinal health and dysfunction. Expert Review of Gastroenterology & Hepatology, 13(5), 411-424. https://doi.org/10.1080/17474124.2019.1595588 
  15. Pácha, J., & Sumová, A. (2013). Circadian regulation of epithelial functions in the intestine. Acta Physiologica (Oxford, England), 208(1), 11-24. https://doi.org/10.1111/apha.12090 
  16. Paoli, A., Tinsley, G., Bianco, A., & Moro, T. (2019). The influence of meal frequency and timing on health in humans: The role of fasting. Nutrients, 11(4), 719. https://doi.org/10.3390/nu11040719 
  17. Buxton, O. M., Frank, S. A., L’Hermite-Balériaux, M., Leproult, R., Turek, F. W., & Van Cauter, E. (1997). Roles of intensity and duration of nocturnal exercise in causing phase delays of human circadian rhythms. The American Journal of Physiology, 273(3 Pt 1), E536-42. https://doi.org/10.1152/ajpendo.1997.273.3.E536 
  18. Lightman, S. L., Wiles, C. C., Atkinson, H. C., Henley, D. E., Russell, G. M., Leendertz, J. A., McKenna, M. A., Spiga, F., Wood, S. A., & Conway-Campbell, B. L. (2008). The significance of glucocorticoid pulsatility. European Journal of Pharmacology, 583(2-3), 255-262. https://doi.org/10.1016/j.ejphar.2007.11.073 
  19. Oster, H., Challet, E., Ott, V., Arvat, E., de Kloet, E. R., Dijk, D.-J., Lightman, S., Vgontzas, A., & Van Cauter, E. (2017). The functional and clinical significance of the 24-hour rhythm of circulating glucocorticoids. Endocrine Reviews, 38(1), 3-45. https://doi.org/10.1210/er.2015-1080 
  20. Takahashi, T. (2012). Mechanism of interdigestive migrating motor complex. Journal of Neurogastroenterology and Motility, 18(3), 246-257. https://doi.org/10.5056/jnm.2012.18.3.246 
  21. Daniels, L. J., Kay, D., Marjot, T., Hodson, L., & Ray, D. W. (2023). Circadian regulation of liver metabolism: experimental approaches in human, rodent, and cellular models. American Journal of Physiology. Cell Physiology, 325(5), C1158-C1177. https://doi.org/10.1152/ajpcell.00551.2022 
  22. Goel, N., Basner, M., Rao, H., & Dinges, D. F. (2013). Circadian rhythms, sleep deprivation, and human performance. Progress in Molecular Biology and Translational Science, 119, 155-190. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-396971-2.00007-5 
  23. Maury, E., Ramsey, K. M., & Bass, J. (2010). Circadian rhythms and metabolic syndrome: from experimental genetics to human disease: From experimental genetics to human disease. Circulation Research, 106(3), 447-462. https://doi.org/10.1161/CIRCRESAHA.109.208355 
  24. Cederroth, C. R., Albrecht, U., Bass, J., Brown, S. A., Dyhrfjeld-Johnsen, J., Gachon, F., Green, C. B., Hastings, M. H., Helfrich-Förster, C., Hogenesch, J. B., Lévi, F., Loudon, A., Lundkvist, G. B., Meijer, J. H., Rosbash, M., Takahashi, J. S., Young, M., & Canlon, B. (2019). Medicine in the fourth dimension. Cell Metabolism, 30(2), 238-250. https://doi.org/10.1016/j.cmet.2019.06.019 
  25. Gentile, F., Emdin, M., Passino, C., Montuoro, S., Tognini, P., Floras, J. S., O’Neill, J., & Giannoni, A. (2025). The chronobiology of human heart failure: clinical implications and therapeutic opportunities. Heart Failure Reviews, 30(1), 103-116. https://doi.org/10.1007/s10741-024-10447-1 
  26. Estarlich, M., Tolsa, C., Trapero, I., & Buigues, C. (2022). Circadian variations and associated factors in patients with ischaemic heart disease. International Journal of Environmental Research and Public Health, 19(23), 15628. https://doi.org/10.3390/ijerph192315628 
  27. Hermida, R. C., Ayala, D. E., Smolensky, M. H., Fernández, J. R., Mojón, A., & Portaluppi, F. (2016). Chronotherapy with conventional blood pressure medications improves management of hypertension and reduces cardiovascular and stroke risks. Hypertension Research: Official Journal of the Japanese Society of Hypertension, 39(5), 277-292. https://doi.org/10.1038/hr.2015.142 
  28. Besedovsky, L., Lange, T., & Born, J. (2012). Sleep and immune function. Pflugers Archiv: European Journal of Physiology, 463(1), 121-137. https://doi.org/10.1007/s00424-011-1044-0 
  29. Haspel, J. A., Anafi, R., Brown, M. K., Cermakian, N., Depner, C., Desplats, P., Gelman, A. E., Haack, M., Jelic, S., Kim, B. S., Laposky, A. D., Lee, Y. C., Mongodin, E., Prather, A. A., Prendergast, B. J., Reardon, C., Shaw, A. C., Sengupta, S., Szentirmai, É., … Solt, L. A. (2020). Perfect timing: circadian rhythms, sleep, and immunity – an NIH workshop summary. JCI Insight, 5(1). https://doi.org/10.1172/jci.insight.131487 
  30. de Assis, L. V. M., & Oster, H. (2021). The circadian clock and metabolic homeostasis: entangled networks. Cellular and Molecular Life Sciences: CMLS, 78(10), 4563-4587. https://doi.org/10.1007/s00018-021-03800-2 
  31. Nassan, M., & Videnovic, A. (2022). Circadian rhythms in neurodegenerative disorders. Nature Reviews. Neurology, 18(1), 7-24. https://doi.org/10.1038/s41582-021-00577-7 
  32. Wulff, K., Gatti, S., Wettstein, J. G., & Foster, R. G. (2010). Sleep and circadian rhythm disruption in psychiatric and neurodegenerative disease. Nature Reviews. Neuroscience, 11(8), 589-599. https://doi.org/10.1038/nrn2868 
  33. Musiek, E. S., & Holtzman, D. M. (2016). Mechanisms linking circadian clocks, sleep, and neurodegeneration. Science (New York, N.Y.), 354(6315), 1004-1008. https://doi.org/10.1126/science.aah4968 
  34. Nobari, H., Azarian, S., Saedmocheshi, S., Valdés-Badilla, P., & García Calvo, T. (2023). Narrative review: The role of circadian rhythm on sports performance, hormonal regulation, immune system function, and injury prevention in athletes. Heliyon, 9(9), e19636. https://doi.org/10.1016/j.heliyon.2023.e19636 
  35. Black, D. S., O’Reilly, G. A., Olmstead, R., Breen, E. C., & Irwin, M. R. (2015). Mindfulness meditation and improvement in sleep quality and daytime impairment among older adults with sleep disturbances: a randomized clinical trial: A randomized clinical trial. JAMA Internal Medicine, 175(4), 494-501. https://doi.org/10.1001/jamainternmed.2014.8081 
  36. Burke, T. M., Markwald, R. R., McHill, A. W., Chinoy, E. D., Snider, J. A., Bessman, S. C., Jung, C. M., O’Neill, J. S., & Wright, K. P., Jr. (2015). Effects of caffeine on the human circadian clock in vivo and in vitro. Science Translational Medicine, 7(305), 305ra146. https://doi.org/10.1126/scitranslmed.aac5125 
  37. Pandi-Perumal, S. R., Trakht, I., Srinivasan, V., Spence, D. W., Maestroni, G. J. M., Zisapel, N., & Cardinali, D. P. (2008). Physiological effects of melatonin: role of melatonin receptors and signal transduction pathways. Progress in Neurobiology, 85(3), 335-353. https://doi.org/10.1016/j.pneurobio.2008.04.001 
  38. Refinetti, R. (2020). Circadian rhythmicity of body temperature and metabolism. Temperature (Austin, Tex.), 7(4), 321-362. https://doi.org/10.1080/23328940.2020.1743605 
  39. Roenneberg, T., Kantermann, T., Juda, M., Vetter, C., & Allebrandt, K. V. (2013). Light and the human circadian clock. Handbook of Experimental Pharmacology, 217, 311-331. https://doi.org/10.1007/978-3-642-25950-0_13 

 

 

Añade una reseña

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡SÍGUEME!