La vida empieza y se mantiene en el interior de nuestras células. Ellas convierten los alimentos en energía, reparan tejidos y coordinan señales que sostienen cada función vital. Cuando les proporcionamos los nutrientes adecuados—vitaminas, minerales, aminoácidos y ácidos grasos esenciales—les damos las herramientas para rendir al máximo. En esta sección exploraremos cómo una alimentación basada en evidencia fortalece la maquinaria celular y repercute en tu salud global.